Sonreir: contra viento y marea.

Estar contentos cuando tenemos éxito o cuando estamos imbuídos en una corriente de alegría es fácil.

A veces el éxito es aparente y la alegría esta basada en lo efímero o en construcciones subjetivas mentales alejadas de la realidad.

Estar contentos siempre, no es tan fácil y estar contentos sin una razón, es más difícil aún.
Estar contentos cuando tenemos pequeños o grandes contratiempos es casi de locos. Pero como dice la canción es mejor reir que llorar.

La realidad es que es posible tener una sonrisa genuina siempre, contra viento y marea.

Uno sonríe por muchos motivos, por la incomprensión que sufre, por la violencia manifestada en forma grotesca y sutil, por como nos quieren confundir y engañar sumergiéndonos en una vida complicada y veloz. También sonrío a veces ante la aparente seguridad y el imperante convencimiento ajeno que trata de imponerme su parecer.

Pero la mejor sonrisa, es la sonrisa compartida con el prójimo, cuando se produce un choque de sonrisas espontaneas, una armonía sin espera ni intención.

En mi soledad sonrío escuchando música y soy muy feliz con ella. Escucho mis canciones elegidas de Marcela Morelo, Joan Baez, Bob Dylan, Moris, Los Gatos, mientras trabajo sin parar.

El Smiles World Bank cierra sus puertas hasta fin de este mes. El primero de setiembre reinicia su actividad. Voy a descansar en mi carácter de presidente, voy a tomar una licencia. Entre tanto continúo invitando a que sean fervientes inversores de sonrisas.