8. Iború, Iboyá, Ibosheshé.
Este es el saludo y bendición que en idioma yorubá, dá el Babalawo a quienes acuden a él.
Así que con todo mi respeto y aprecio a todos los que entran a este, mi blog:
Este es el saludo y bendición que en idioma yorubá, dá el Babalawo a quienes acuden a él.
Así que con todo mi respeto y aprecio a todos los que entran a este, mi blog:
Iború, Iboyá, Ibosheshé
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Patakí es una historia o cuento que en forma de parábola indica al babalawo en el sistema de adivinación de Ifá, el presente, pasado y futuro de personas o acontecimientos. Estas historias son el corazón interpretativo de los Odus o signos de Ifa, con el conocimiento profundo de ellas el babalawo logra comprender la raíz de las cuestiones que consulta o adivina. Así también surge que debe hacerse (Ebo) para que cuestiones negativas sean detenidas o vencidas, o por el contrario, las condiciones favorables de la consulta se fortalezcan y concreten.
El babalawo representa en la tierra a Orúnmila, Orisha de la adivinación.
Un Odú de Ifa cuenta la historia de un poderoso rey que tenía presos a todos los babalawos excepto a Ogunda Meyi y este fue citado a presentarse a casa del rey y antes de partir hizo su consulta de Ifa de la que surgió que debía cocinar tres gallinas y llevarlas en su jaba. Cumplido esto por el camino se sentó a la orilla del río debajo de una mata y vio a una mujer lavando. Entablando conversación con ella la mujer le dijo: Cuidado veo trampas, la cepa de plátanos no pare. El babalawo antes de partir le dio una gallina en agradecimiento y le preguntó como se llamaba y que la vería a su regreso, ella le respondió Iború. Continuando su camino encuentra a otra mujer recogiendo leña en el bosque y esta le dice: cuidado, a todas las gentes las tienen presas. El babalawo le regala otra gallina y le pregunta su nombre y promete verla al regresar y ella le dice: Iboyá. Mas adelante encuentra a otra mujer que le dice que el rey quería casar a su hija y el babalawo le regala la otra gallina y también le pregunta su nombre y le dice que la vería cuando regresara, ella le contestó Ibosheshé.
Al llegar Ogunda Meyi a casa del rey este le dice: te estaba esperando porque en la otra habitación tengo a una pariente en estado en una cama y quería ver que ebo hay que hacer para que pudiera parir bien. A lo que el babalawo le respondió que no había que hacer ningún ebo por cuanto lo que había en la cama era una cepa de plátanos y esta no puede parir. También le dijo que soltara a todos los babalawos que tenía presos para que sus cosas mejoraran y que él lo que deseaba era casar a su hija. El rey desconcertado viendo que todo lo que Orúnmila le había dicho era verdad, soltó a todos los babalawos presos. Estos al verse libres le dijeron modupué (gracias) a lo que Ogunda Meyi les respondió que esto les había sucedido por no hacer las obras (eboses) que eran marcadas en sus respectivas consultas a Ifa y que desde ese día había que decir Iború, Iboyá, Ibosheshé.
Luego Orúnmila regresa y contrae matrimonio con las tres mujeres.
El babalawo representa en la tierra a Orúnmila, Orisha de la adivinación.
Un Odú de Ifa cuenta la historia de un poderoso rey que tenía presos a todos los babalawos excepto a Ogunda Meyi y este fue citado a presentarse a casa del rey y antes de partir hizo su consulta de Ifa de la que surgió que debía cocinar tres gallinas y llevarlas en su jaba. Cumplido esto por el camino se sentó a la orilla del río debajo de una mata y vio a una mujer lavando. Entablando conversación con ella la mujer le dijo: Cuidado veo trampas, la cepa de plátanos no pare. El babalawo antes de partir le dio una gallina en agradecimiento y le preguntó como se llamaba y que la vería a su regreso, ella le respondió Iború. Continuando su camino encuentra a otra mujer recogiendo leña en el bosque y esta le dice: cuidado, a todas las gentes las tienen presas. El babalawo le regala otra gallina y le pregunta su nombre y promete verla al regresar y ella le dice: Iboyá. Mas adelante encuentra a otra mujer que le dice que el rey quería casar a su hija y el babalawo le regala la otra gallina y también le pregunta su nombre y le dice que la vería cuando regresara, ella le contestó Ibosheshé.
Al llegar Ogunda Meyi a casa del rey este le dice: te estaba esperando porque en la otra habitación tengo a una pariente en estado en una cama y quería ver que ebo hay que hacer para que pudiera parir bien. A lo que el babalawo le respondió que no había que hacer ningún ebo por cuanto lo que había en la cama era una cepa de plátanos y esta no puede parir. También le dijo que soltara a todos los babalawos que tenía presos para que sus cosas mejoraran y que él lo que deseaba era casar a su hija. El rey desconcertado viendo que todo lo que Orúnmila le había dicho era verdad, soltó a todos los babalawos presos. Estos al verse libres le dijeron modupué (gracias) a lo que Ogunda Meyi les respondió que esto les había sucedido por no hacer las obras (eboses) que eran marcadas en sus respectivas consultas a Ifa y que desde ese día había que decir Iború, Iboyá, Ibosheshé.
Luego Orúnmila regresa y contrae matrimonio con las tres mujeres.