A Favor del Campo.

La gente del campo ha reaccionado con protestas rechazando esta medida, cortando las rutas y no permitiendo que la producción agropecuaria llegue a las ciudades.
Nuestra Presidenta con sofismas justifica la medida, con soberbia avala su posición y con violencia zolapada (integrantes del Sindicato de Camioneros se movilizan a las rutas para impedir la protesta de la gente del campo - Grupos organizados de "piqueteros" atacan violentamente en la ciudad a quienes salen a la calle a golpear cacerolas en apoyo al reclamo de la gente del campo / los piqueteros son desocupados que reciben un subsidio mensual del estado - El gobierno condiciona a las autoridades provinciales para que apoyen su postura).
Existiendo el Impuesto a las Ganancias, con su régimen de retenciones, es inaudito justificar la voracidad fiscal bajo el pretexto de la obtención de alto nivel de ganancias o de redistribución.
Primero porque el alto nivel de ganancias no es tal, porque la actividad del campo es una actividad de riesgo, hay que pensar en los problemas climáticos y el mismo mercado mundial que hace variar los valores en forma no previsible.
En cuanto a la redistribución del ingreso, las obras públicas siempre conllevan los mayores costos propias del amiguismo político y de la falta de moral de quienes las contratan.
Se pretende hacer creer que esta medida se hace para proteger el precio de los alimentos y esto es una falsedad porque ya con esta puja han aumentado escandalosamente (además de la falta de los mismos en las estanterías).
El gobierno tiene que favorecer para que se duplique la producción y que se generen ingresos genuinos para todos, para los productores y para las arcas del estado a traves de los impuestos.
En resumen:
Quiero agradecer a la gente del campo que mantienen
firme su amor por la tierra y el trabajo
con el sacrificio que ello implica.