Joy Morris 20 de junio: Subí a un esenario.
Esta fue una semana de gran exigencia laboral, aceleré mis tareas para poder concurrir. Desperté a las 3:30 hs. y sin parar resolví un montón de asuntos, visitas y temas de último momento. Estaba con un cliente entregándole una documentación y tomando un café con leche en el Hotel Intercontinental en San Telmo (a 10 minutos del lugar de la conferencia) eran las 16:45 y llama esposa querida y decir “buscar celular hijita estar reparado” (por suerte el lugar de retirarlo está sobre Diagonal Norte a 8 cuadras del lugar de la conferencia). Tomé con tranquilidad este retraso imprevisto pero como el celular es un modelo nuevo que colapsó a los 10 días de comprado, ya vamos por la segunda reparación y la empresa se niega a cambiar el aparato porque dice que funciona perfectamente, un desastre. Luego de una espera interminable, sin demasiadas palabras firmé y me hice firmar la orden de reparación (porque venía sin firma alguna) poniendo “reservo derechos por daños y perjuicios” (veremos si funciona / en realidad me hice nervios tenía ganas de destrozar todo lo que tenía por delante).
No quise mirar la hora y como no había taxis disponibles caminé las cuadras hasta llegar al lugar y creo que debo haber llegado a las 18:25 hs. aproximadamente, realmente no lo sé.
A grandes rasgos pude rescatar dos cosas.
2) Subí al escenario en dos ocasiones exponiendo el proyecto artístico que yo quiero ejecutar.
1) En cuanto a las recomendaciones destaco que para lograr nuestros objetivos tenemos que ser:
a) honestos y sinceros (debemos ser auténticos)
b) exponer los méritos o cualidades en forma sintética y frontal.
c) centrarnos en lo que queremos dar a conocer.
d) El tiempo de exposición es limitado y escaso (debemos respetar el tiempo de los demás, para que no juegue en forma adversa, no aburrir)
e) tener confianza en uno mismo, es decir creer y estar convencido de lo que ofrecemos.
2) Hablar en público es algo que nunca hice. Fue un ejercicio espectacular.
Lo hice por propia voluntad y en primera instancia expuse crudamente lo que pasa por mi cabeza. Como yo había llegado tarde no sabía que había que “venderse” hablando bien de uno mismo, entonces Joy Morris me dijo que luego que me dieran las pautas de presentación, lo volviera a hacer.
Yo creo que igual estuve bien porque mi sentido era contar lo que estaba haciendo y quizás alguien me diría, tendrías que hacer además esto otro.
En la segunda oportunidad que subí al escenario comencé diciendo que siempre me quedó grabado cunado el boxeador Muhamed Alí dijo que el no hablaba de sus méritos que eso lo dejaba para los demás y yo dije que compartía ese criterio. Por otro lado que como lo mío era la música, mis canciones y mi interpretación de las mismas, ellas tenían que ser lo suficientemente elocuentes para hablar por si. Dije que yo pensaba que si que iban a gustar y que en el presente tan solo era yo el que las conocía y el que me escuchaba.
Al hablar en público se experimentan muchas cosas a la vez y a veces no se puede procesar todo instantáneamente, pero una de las cosas es que se me olvidó todo lo que pensaba decir un minuto antes de subir al escenario y otra que si bien yo estaba agotado por el cansancio y falta de sueño y nervios que me había hecho durante la hora anterior, el escenario parece ser “tierra sagrada” donde allí desaparece todo y la magia parece que atrapa y yo me pregunto se puede prescindir de ello???
En realidad no me acuerdo bien que dije, tampoco tiene importancia porque ahora creo que es más fácil subir al escenario y cantar una canción mía que tener que presentar argumentos para recibir la aprobación de un público.
Lamento no haber tenido una guitarra porque quizás hubiera podido cantar una canción y allí haber testeado su repercusión.
Ya llegará el momento. En definitiva todo esto de querer cantar mis canciones hace que tenga que superarme y agradezco no tener personas que me alienten (tampoco las quiero) porque hace que tenga un sentido de autocrítica y perfeccione el material y piense en auto mejorarme. Si quiero algo de los demás en este momento, es críticas o consejos para mejorar. Yo me amo y me valoro, la aprobación exterior no depende de mi es algo circunstancial, ahora también creo que yo puedo afectar las circunstancias para que estén a mi favor. Todo depende de mí.
Joy Morris dijo “vieron que estuvo mejor la segunda vez que subió”.